Los turcos, esa gran especie

Ante la insistencia por SABER de todo el mundo, procedo a ilustraros con el tema que más preocupa en España. Porque no, no me preguntáis si como bien o si paso frío, no… vais a lo que vais, panda de desalmados.

Estambul puede ser una gran ciudad para según qué cosas, pero no para ligar. Los turcos tienen una extraña concepción del mundo: su población se compone de cuatro hombres por cada mujer, de modo que incluso las más feas serán atacadas. Hay verdaderos despojos humanos entrecejados o mujeres de gargantuelesco tamaño con varón, de modo que es así. Ir de fiesta sin que nadie te asalte es imposible.

Los trucos a seguir para que ningún turco se ponga pesado contigo son:

1. Ir siempre con un grupo en el que hayan siempre los mismos chicos que chicas. En el momento ven que bailas con un chico no se te acercan
2. No mirarles a la cara.
3. Mover el culo se considera provocativo. Se considera que la chica que lo hace es fácil.
4. No hacer ningún gesto extraño, porque a saber cómo lo interpretan ellos. Por cierto, el símbolo de “basta” (mano plana hacia abajo y movimiento horizontal brusco) aquí significa “quiero más”. No es una ironía.
5. No vestir con grandes aspavientos. A las chicas que van con falda les piropean por la calle, la gente mayor les mira mal y suelen ser miradas de arriba a abajo de una forma bastante descarada. Por tanto (y esta ya es una cuestión de seguridad) no es recomendable recorrer las calles de noche con falda o escote.

También bailar aquí tiene sus cosas. Se baila siempre de frente, porque en el momento le das la espalda a algún chico te hace el “nasty dance” (la palabreja no es mía) y no te suelta en toda la noche. Si te coge de la mano también la has cagado. Y si te pregunta si quieres sentarte y lo haces TAMBIÉN la has cagado. Porque ahí se produce el enroque. Y así os vais a pasar toda la noche: baile, descanso, charla, enroque, baile, descanso, charla, más bebida, enroque, baile, descanso, charla, más bebida, enroque. Las más avispadas no dicen nunca su nombre de verdad, porque Turquía será un país subdesarrollado en la mayoría de las cosas, pero Facebook lo conocen. Y te encuentran en menos dos segundos.

Y ya me diréis cómo narices te vas de fiesta con todas estas restricciones. Acabas bailando una especie de danza extraña desustanciada mirando al suelo, al menos hasta la segunda cerveza. Por otro lado, los turcos se piensan que pasamos de ellos para ponérselo difícil. En plan “sabemos que somos escasas y queremos que nos hagan la pelota”. De manera que es bastante fácil encontrarse a un turco presumiendo rollo “hoy me han hecho la cobra dos tías” o “hoy cuatro me han dicho que no”. La madre que les parió.

El panorama se presenta negro, pero sobreviviremos. De verdad. Suele ser útil ligarte a alguien para que él se vea obligado a regatear el precio del taxi por ti y esas cosas (recordad que llevamos un mes aquí y sólo sabemos decir "hola", "gracias", "uno dos y tres", "ésto", "un ticket" y "carpa"- y porque se dice Jhavier o algo así xD).

Créditos: Experiencia colectiva propia (el enroque), Burak de la oficina erasmus (parte del “nasty dance”) y Umut y sus amigos para todo lo demás.


PD- Igual lo próximo es un acercamiento a los métodos de ligue de los italianos. De verdad, tras sólo un día de mera observación me hallo anonadada. Todas las nórdicas son una panda de incautas.

2 comentarios:

Zack Effraín dijo...
25 de septiembre de 2009, 11:05

Pos yo esta semana he descubierto a Bruce Springsteen.

maya dijo...
26 de septiembre de 2009, 9:59

Ací encara no han descobert el martini...

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